Las motivaciones para viajar son infinitas: desde conocer países o lugares desconocidos, hasta acercarnos a otras culturas, conocer en persona sus costumbres y tradiciones o descubrir su arte. Cuando viajamos, a la mayoría nos gusta salirnos de los recorridos turísticos establecidos en cada destino, conocer de primera mano a sus gentes, descubrir sus secretos ocultos y acercarnos a sus realidades cotidianas y ocultas para las masas.
Si, movidos por este empeño, visitamos los museos de cualquier ciudad, sus galerías de arte e intentamos aproximarnos a sus expresiones creativas, ¿por qué no vamos a hacer lo mismo con los artistas de tatuajes y sus estudios locales? Un ejemplo a seguir es Lady Gaga, la reina de los tatuajes, quien ha confesado en varias ocasiones que, cuando visita un país por primera vez, se afana en buscar, localizar y conocer a los mejores tatuadores locales. Y, a veces, se deja tatuar por ellos. Ella es el mejor ejemplo en la práctica del turismo de tatuajes.
Por cada país visitado, colorea el mapa.
¿Qué puede ofrecer al viajero el turismo de tatuajes?
Puede ser que, en el caso de algún destino concreto, la principal motivación del viaje sea conocer su técnica de tatuado, visitar a algún artista reconocido internacionalmente o volver a casa con un tipo de tatuaje muy concreto que solo es posible en aquel lugar. Se trata de destinos como Japón (ver tatuajes japoneses), Borneo, Tailandia o Samoa (ver tatuajes maories): lugares donde los tatuajes son ancestrales, tienen un carácter místico, un sentido mágico o son la cuna de determinadas técnicas ancestrales para el tatuado. De hecho, en samoano la palabra “tátau” se perfila como el término original para dar lugar al concepto de tatuaje.
Sólo las personas verdaderamente apasionadas por los tatuajes suelen organizar y planificar sus viajes en base a la búsqueda de estos orígenes ancestrales del tatuaje. En muchos casos, se desplazan hasta lugares lejanos donde, a día de hoy, se mantienen antiguas tradiciones, rituales y técnicas para realizarlos. Eso es lo que inspira los viajes de nosotros locos del tatuaje: descubrir la cuna de un arte tradicional y milenario.
Otra opción es viajar en busca de algún artista reconocido, para poder ponernos en sus manos a la hora de realizarnos un tatuaje. Este tipo de turismo de tatuajes suelen generarlo muchas veces las convenciones y festivales internacionales, especializados en tatuajes. En esta clase de eventos suelen participar artistas conocidos internacionalmente. Y, si tienes la precaución de reservar una cita con mucha antelación, es posible que puedas ser uno de los elegidos. Singapore Tattoo Show o Sydney Tattoo & Body Art Expo son dos de las citas a las que suelen acudir los mejores tatuadores internacionales.
Foto tomada en el Mondial du Tatouage por Anthony Dubois.
Otros planteamientos posibles para el turismo de tatuajes.
Sin embargo, los tipos de turismo de tatuajes que hemos expuesto hasta ahora no son los más habituales. Es mucho más común elegir un destino por otras razones y, una vez allí, dedicar parte de nuestro tiempo a descubrir estudios de tatuaje, artistas singulares. En realidad, un tatuaje realizado por un artista local, puede ser el mejor de los recuerdos de un viaje. Así lo hacen muchos famosos, conocidos por sus numerosos tatuajes. Por ejemplo, además del caso de Lady Gaga que ya hemos contado, Angelina Jolie se tatuó símbolos budistas durante un viaje a Tailandia. Precisamente en este país, la ley prohíbe expresamente a los turistas tatuarse símbolos budistas en zonas del cuerpo consideradas impuras.
Angelina Jolie tatuandose al estilo tradicional en Tailandia.
Una historia muy singular es la de la tatuadora Filipina Whang Od que tiene 92 años y que ve desde hace unos años a turistas llegando a su puerta para realizarse un tattoo realizado de manera totalmente tradicional al estilo handpoke y en condiciones de higiene que no se podría ver en ningún local de occidente.
Un pequeño video de esta increíble artista:
Para otros videos increçibles de tatuajes visita nuestra página de videos de tatuajes.
Por otro lado, hay sitios como Nueva York o Los Ángeles, donde muchos turistas aprovechan el viaje para tatuarse. Lo cierto es que la moda de los tatuajes crece sin parar. Cada día este arte tiene más adeptos, seguidores y también fanáticos. Al mismo ritmo, crece el turismo de tatuajes, que se está convirtiendo en toda una tendencia. Tanto es así que los estudios más conocidos, ya han empezado a adaptar sus servicios a los turistas. Por ejemplo, ofrecen sesiones más largas de tatuaje o citas en varios días consecutivos, para que los viajeros puedan llevarse su obra de arte terminada.
Por su parte, los artistas se afanan en participar en ferias y convenciones relacionados con el tatuaje para captar clientes y atraerlos después hasta sus estudios locales, repartidos por diferentes destinos.
Ami James un artista conocido de Miami quien conoce bien al turismo de tatuajes ya que muchos turistas acuden a su estudio para realizarse alguna pieza.